Osteopatía y fisioterapia pediátrica


Cólicos, estreñimiento, diarreas, reflujo gastroesofágico, tortícolis congénito, bronquiolitis, trastornos del sueño, irritabilidad, hiperactividad…Esta lista es sólo un ejemplo de alteraciones y desequilibrios que habitualmente presentan los bebés y que suele abordar la medicina tradicional.
Hay que tener en cuenta que, muchas veces, el origen de estas patologías asienta simplemente en tensiones del tejido blando del bebé (fascia, músculos, ligamentos…) o en restricciones o ausencia de movilidad de algunas articulaciones de su cuerpo.
Así presentamos la Osteopatía pediátrica como alternativa al tratamiento de todos estos problemas de salud que tanto afectan a los bebés y que en muchos casos afecta también de forma directa a su entorno familiar.
¿QUÉ ES LA OSTEOPATÍA?
La Osteopatía surge a finales del s. XIX como una corriente terapéutica basada en los sistemas autocurativos del cuerpo.
Su objetivo es devolver al organismo la movilidad tanto de estructuras óseas como de partes blandas. Así, el terapeuta aplica, con sus manos, técnicas suaves y muy delicadas, sobre la cabeza, columna vertebral, pelvis, etc. del bebé, para devolver el equilibrio fisiológico necesario para que estas funciones no se vean alteradas.
¿QUÉ TÉCNICAS SE APLICAN?
Fundamentalmente las que los Osteópatas denominan de “escucha” e “inducción”. A través de ellas, el terapeuta interpreta (escucha) lo que ocurre en el cuerpo del bebé y qué partes del mismo presentan esas restricciones del tejido, devolviendo (induciendo) de forma casi imperceptible el movimiento y calidad al tejido y eliminando de esa forma las tensiones.
¿CUÁNDO ACUDIR AL OSTEÓPATA?
Lo ideal es aplicar el tratamiento durante los 6 primeros meses de vida, que es cuando más efectivas son las técnicas gracias al gran potencial de cambio que presenta el bebé, y cuando mejores y más rápidos resultados se obtienen. No obstante el tratamiento se puede iniciar a cualquier edad, ya que la osteopatía es una terapia aplicada en adultos.
Es importante saber que es un tratamiento totalmente compatible con la medicina convencional y que no sólo es curativo sino también preventivo, es decir que siempre es recomendable acudir en los primeros meses de vida con el fin de detectar esos posibles desajustes que en el 70% pasan desapercibidos.
Existen casos en los que es particularmente recomendable acudir a una primera consulta osteopática, entre ellos, embarazos gemelares, cesáreas, partos de nalgas y podálicos, fórceps, ventosas, bebés prematuros… por el alto índice de traumatismos que pueden sufrir los bebés en estas situaciones.
¿Con qué edad puede acudir el niño al osteópata?
El bebe puede acudir a su primera revisión a la semana del nacimiento, no hace falta esperar más para hacerle su primera exploración e inicio del tratamiento.
Una atención temprana hace más fácil el tratamiento y proporciona un mejor éxito terapéutico.
¿Qué tipo de síntomas ha de presentar que nos llamen la atención?
Son los ya mencionados anteriormente:
Llanto excesivo, problemas e inquietud en el sueño, el niño se chupa el dedo cuando no tiene el chupete, rechazo a la comida, rechazo al contacto con otras personas, el bebé siempre tiene la cabeza girada del mismo lado, asimetrías en la cara, regurgitaciones frecuentes, tensión abdominal o tripita hinchada y dura, problemas de irritación en los ojos y nariz, catarro frecuente con tos y mucha mucosidad, faltas de atención, nerviosismo, agresividad….
¿Qué patologías podemos tratan con osteopatía?
Problemas de la esfera craneal:
Dolor de cabeza en el bebé, otitis de repetición, plagiocefalias (deformación del cráneo en el recién nacido), estrabismos, conjuntivitis de repetición, torticolis infantil, retraso motor, hiperactividad.
Problemas respiratorios:
Catarros frecuentes, bronquiolitis, mucosidad.
Problemas digestivos:
Cólicos del lactante, diarreas prolongadas, digestiones pesadas y problemáticas.
No lo deje pasar y permita que la osteopatía ayude a su pequeño a desarrollarse con normalidad
- Desde la fisioterapia se abordan enfermedades que se producen en los bebés y los niños, tanto congénitas como adquiridas. Como por ejemplo: tortícolis congénita, escoliosis del lactante y preescolar, luxación congénita de cadera. También enfermedades neurológicas como la parálisis cerebral infantil, la distrofia muscular de Duchenne... y respiratorias como la fibrosis quística.
- Técnicas:
Fisioterapia neurológica.
Concepto Vojta
Concepto Bobath
Fisioterapia y osteopatía infantil
Evitando de una manera efectiva y sin riesgo ni efectos secundarios para el niño, las patologías más frecuentes que se padecen en esta temprana edad de la vida
Pero infórmese bien y asegúrese de que están en buenas manos....
